Cualquiera de nosotros podría enumerar un sinfín de beneficios de
escuchar o aprender música, pero lo mejor es que hay muchos estudios que lo
confirman.
A continuación os mostraremos un decálogo
de efectos positivos de la música. Sobre algunos ya hemos hablado
anteriormente en nuestro blog, otros quizás os los vamos a descubrir ahora, y
seguro que hay todavía muchísimos más que nos podríais descubrir vosotros.
Empezamos el decálogo:
1. La música
ayuda a la integración, como demuestra este caso de una niña
autista que se expresa
a través de la música, o como esta iniciativa a
favor de los enfermos de cáncer que
enseñaba a través de la música a entender lo que sienten otras personas.
2. Las personas que aprenden a tocar un instrumento y lenguaje
musical suelen tener mejores
resultados académicos y sufren menos fracaso
escolar. Se ha
demostrado la eficacia de la música a la hora de impregnar constancia,
disciplina y rigor en los alumnos que la estudian.
3. Estudiar
música en la infancia mejora las
funciones cerebrales de adulto. Un interesante estudio realizado
en la Universidad de Northwestern, en Evanston, Illinois (EEUU), demostró que
los individuos que habían estudiado música “tenían mejores respuestas
cerebrales frente a sonidos complejos”; lo cual se traduce en “beneficios que van desde
una mejor percepción auditiva, mayor función ejecutiva y un empleo más
eficaz de herramientas comunicativas”.
4. La música
ayuda a la superación de
la dislexia. Está demostrado que estudiar lenguaje
musical o tocar el piano mejoran notablemente la coordinación de las personas
disléxicas. “Los
investigadores sostienen […] que la práctica musical temprana beneficia (a los
niños con dislexia) en el aprendizaje de la lectura”. María Celia Ruiz
Bernal, Directora del Real Conservatorio Superior de Música"Victoria
Eugenia" de Granada en el artículo “Dislexia y Musicoterapia”.
5. Escuchar
música clásica podría combatir
el insomnio. La Universidad de Toronto asegura que “los ritmos y patrones tonales de
este tipo de música crean un estado de ánimo meditativo y unas ondas cerebrales
lentas”, lo cual ayuda a dormirse más rápido.
6. La música reduce el estrés. Durante un estudio, hicieron escuchar
media hora de música suave, dos veces al día durante dos semanas a varios
sujetos y sus niveles de estrés y ansiedad se redujeron de manera importante.
7. La música
aumenta nuestra resistencia física. Escuchar música mientras hacemos
ejercicio mejora nuestro rendimiento un 15%, sobre todo rock y pop.
8. La música
mejora el aprendizaje en la infancia. A través de las canciones infantiles,
en las que las sílabas son rimadas y repetitivas, y acompañadas de gestos que
se hacen al cantar, el niño mejora su forma de hablar y de entender el
significado de cada palabra. Y así, se alfabetizará de una forma más rápida.
9. Tocar un
instrumento puede mejorar la capacidad de aprender idiomas. Según la Northwestern University de
Illinois, las conexiones
cerebrales que se producen cuando se toca un
instrumento pueden ayudar en otras formas de comunicación como el habla, la
lectura o la comprensión de otros idiom10. Durante
el embarazo,
la música estimula al feto.Seguro que habéis oído hablar del famoso “efecto
Mozart”. En 1993, un estudio afirmaba que la música de Mozart aumentaba la
inteligencia del niño durante el embarazo. Aunque se ha demostrado que eso no
es del todo cierto, sí se ha comprobado que la música estimula al feto, lo cual
es bueno para su desarrollo. Y no tiene que ser Mozart necesariamente.
...
Artículo elaborado por Lys Mayor
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